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jueves, 27 de septiembre de 2018
El Este y sus ricos saltos de agua cristalina con vocación turística
El ecoturismo es el complemento ideal de la industria sin chimenea en la República Dominicana, debido a su riqueza natural y a las cascadas y cenotes, que se van convirtiendo en bellos rincones que deslumbran a quienes los visitan.
La parte oriental la isla Hispaniola se puede considerar la zona de las cascadas, que han despertado el interés de turistas y aventureros, que buscan conectarse con las bellezas dadas por la madre naturaleza a esta región del país.
En Hato Mayor, El Seibo, Monte Plata e Higüey sobresalen destacadas cascadas y saltos con alturas impresionantes, que ya son destinos turísticos, promovidos por turoperadores, establecidos en Bávaro-Punta Cana, La Romana y Santo Domingo.
Los mejores promocionados y que son destinos privilegiados en medio de las empinadas montañas de la Cordillera Oriental son La Jalda, Jayán, El Cedro, Llovedera, Cascada Blanca, El Limoncillo, Cocuyo, El Jobo y El Yagrumo, en la provincia de El Seibo.
En la provincia Hato Mayor, se destacan Yanigua, El Zumbador y el Fun-Fun, localizados en el agrícola y minero municipio de El Valle.
Higüey tiene como cascada predominante el Salto de Anamuya, así como atractivos cenotes localizados en Bayahibe, San Rafael del Yuma y Punta Cana.
Mientras que en Monte Plata se destacan los saltos y cascadas Comate, Socoa, Saltos Alto y Salto del 12.
Las mayorías de estos destinos del ecoturismo están rodeados de bosques húmedos, con fauna y flora endémica de la isla Hispaniola.
La Jalda
En el corazón del parque Saltos de la Jalda, en la línea divisoria entre Hato Mayor y El Seibo, se forma una espectacular caída de agua, una de las preferidas por los turistas aventureros.
Sin duda, la Jalda es un emblemático lugar, lleno de vegetación y mucha vida silvestre.
Turistas aventureros determinaron, en una visita reciente a la elevada catarata, que la misma tiene una altitud de 210 metros y no de 120, como inicialmente se había dicho.
Para medirla utilizaron un altímetro, un instrumento de medición que indica la diferencia de altitud entre el punto donde se encuentra localizado y el otro de referencia.
Por error o desconocimiento territorial, el decreto 571-09, emitido por el presidente Leonel Fernández, sobre el Parque Nacional Saltos la Jalda, se establece en el municipio de Miches (El Seibo), cuando el área que ocupa, en más de un 90%, se encuentra ubicada en el territorio de Hato Mayor.
El balneario está muy oculto entre las montañas de la Sierra de El Seibo y frente a la imponente bahía de Samaná. Se encuentra rodeado de una copiosa y exuberante vegetación, entre las comunidades de La Lisa y Magua.
Dos correas de agua cristalina y dulce son la razón principal por la que los turistas se interesan en conectarse con el lugar, al cual se puede llegar a pie, como también a caballo o en helicóptero.
En sus proximidades existen otros saltos, pero de menos longitud, de cuyas aguas, al igual que la del salto de La Jalda, nace el río Magua.
Cascada Blanca
Localizada en el distrito municipal de Pedro Sánchez, la Cascada Blanca es muy atractiva y posee pozas cristalinas en las que se puede nadar y disfrutar de aguas que refrescan el caluroso clima. Es uno de los balnearios más visitados de la zona, pues posee atractivos que a muchos encanta, como son las pozas suspendidas ente las rocas, que parecen jacuzzis. Con una caminata entre senderos y montañas desde la carretera El Seibo-Miches, se llega a esta espectacular caída de agua, de aproximadamente 35 metros de altura.
Además, los turistas que visitan la zona pueden disfrutar de La Higüera, un balneario que está a cuatro kilómetros al sur de Santa Cruz de El Seibo, en el batey La Higüera, del Central Romana.
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