En 1493, Cristóbal Colón erigió la primera colonia europea intencional del Nuevo Mundo. Se construyó como base de la cual se establecería la presencia y dominio de los españoles en las Indias, y fue el hogar americano de Colón.
El yacimiento está ubicado en el banco este del Río Bajabonico donde desemboca a la Bahía de La Isabela, a unas 28 millas al oeste de la moderna ciudad de Puerto Plata, en la costa norte de la República Dominicana. Colón trajo 17 barcos cargados de 1.500 hombres, junto a cerdos, caballos, vacas y otros tipo de ganado, semillas y plantas para sembrar, así como las herramientas y los equipos necesarios para empezar la colonia. Entre los colonos se encontraban artesanos, constructores, frailes franciscanos, y gentes de otras ocupaciones y clases sociales.
El pueblo estaba circundado por una pared, con un almacén fortificado en un extremo y la Casa de Colón en el otro. Tenía una plaza con vista al agua, edificios con varios pisos de alto y unas 200 casas hechas de palma que servían de vivienda a los habitantes de la ciudad.
La evidencia arqueológica muestra que hubo un segundo poblado cerca del pueblo amurallado que sirvió de centro de alfarería, industria, agricultura y haciendas. La Isabela sólo estuvo poblada durante 5 años, pues las muertes por enfermedades, el arduo trabajo, las hostilidades indígenas, la hambruna y las rebeliones causaron su abandono cuando se estableció la localidad de Santo Domingo, en 1496-97.
Los arqueólogos del Florida Museum of Natural History colaboraron con la Dirección Nacional de Parques de la República Dominicana, y con la Universidad Nacional e Experimental Francisco de Miranda de Venezuela para excavar y estudiar La Isabela, de 1989 a 1999. Los resultados de estas investigaciones se pueden ver en el Museo del Parque de La Isabela.
El lugar es mucho más grande que como lo muestran las fotografías que lo promueven.
Desde la entrada hasta la punta del parque histórico hay que recorrer un trecho largo y cementado que atraviesa amplios jardines, museos, tiendas y un hermoso gazebo frente al mar y que también forman parte del área protegida.
La parte arqueológica -70 kilómetros al oeste de Puerto Plata, frente al Atlántico- conserva los rastros del que fuera el primer asentamiento europeo en América, fundado en diciembre de 1493 durante el segundo viaje de Cristóbal Colón a la isla.
Desde la entrada hasta la punta del parque histórico hay que recorrer un trecho largo y cementado que atraviesa amplios jardines, museos, tiendas y un hermoso gazebo frente al mar y que también forman parte del área protegida.
La parte arqueológica -70 kilómetros al oeste de Puerto Plata, frente al Atlántico- conserva los rastros del que fuera el primer asentamiento europeo en América, fundado en diciembre de 1493 durante el segundo viaje de Cristóbal Colón a la isla.
El nombre le fue dado por Colón en honor a la reina Isabel La Católica y ocupa varios metros frente a una ensenada que hoy forma parte de la Bahía de La Isabela. Está dividido en tres zonas: dos civiles y una militar conocida como El Castillo.
A lo largo de las aceras se distinguen los letreros que indican el lugar donde, según las excavaciones realizadas a partir de 1892, estaban ubicadas la casa de Cristóbal Colón, la iglesia donde se celebró la primera misa, el cementerio, los almacenes, las viviendas y una torre de observación. Mucho antes, y precedido por una entrada en forma de arco, se levanta un museo donde se muestran objetos prehispánicos, mapas de la isla y maquetas de la ciudad, en una exhibición permanente que también incluye arqueología colonial del siglo VX y un museo taíno.
En las tiendas, ubicadas muy cerca de la entrada, se pueden adquirir piezas de artesanía: collares, macutos, cerámicas... a buen precio para residentes y visitantes dominicanos.
PARA IR. Tome la autopista Duarte rumbo a Puerto Plata. Siga hasta Imbert y luego hasta Luperón y de allí a La Isabela. El Parque se encuentra a dos kilómetros de la comunidad.
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